viernes, 22 de mayo de 2009

Diana Carolina

Una joven de 19 años que nació con incapacidad auditiva irreversible aspira a ser reina de Colombia.
Actualizado: 30 de julio 2005 Sogamoso, Boyacá



Julio 25 de 2005 Se trata de Diana Carolina Becerra Sáenz, quien quedó como primera princesa del Reinado de la Cultura, en Somagoso (Boyacá).
Diana Carolina llegó al mundo inmersa en un universo donde no hay sonidos.
Por eso, cuando su nombre retumbó en la Plaza Seis de Septiembre, de Sogamoso, ella no lo escuchó.
En cambio, empezó a sentir los abrazos de las 15 candidatas con la que se disputaba la corona y pensó que era la ganadora. Pero no lo era. Había sido elegida como la primera princesa, a pesar de ser la favorita del público.
Entonces, a Diana Carolina las lágrimas mudas le emergieron del rostro.
Se llevó la mano izquierda al corazón y en su lenguaje, el de las señas, le dijo al pueblo sogamoseño que siempre lo llevaría en su corazón.
Los asistentes levantaron los brazos y los movieron incesantes durante varios minutos. Ese es el aplauso de los sordos.
Diana Carolina no llegó a este reinado por conmiseración, porque le quisieran dar la oportunidad a una persona con discapacidad de lucir vestidos elegantes y de pertenecer, por unos instantes, al mundo mágico de los canutillos y las lentejuelas.
El mismo mundo que ha seguido pasó a paso en la televisión, en las revistas y periódicos. El mismo que le ha permitido soñar con llegar a ser, algún día, una reina famosa y querida como Paula Andrea Betancurt, o una modelo de la talla de Tatiana de los Ríos. O por qué no, ser reina de Colombia.
Mide 1,70 metros y tiene los 90 -60 -90 anhelados por cientos de mujeres.
Demostró entereza, voluntad y disciplina en los ensayos preliminares a la coronación. Aprendió a desfilar con garbo y elegancia. Dicen que pocas tenían una pasarela si quiera similar a la suya. Pero sobre todo, conquistó a la hora de bailar.
Nacida para ser reina.
Aunque su humanidad no conoce de torbellinos, Diana Carolina se plantó en el escenario y se lo tomó por su cuenta.
Danzó como si se supiera la melodía de memoria, con coqueteo y coordinación, contoneando su cadera y moviendo los hombros con goce.
Por eso, nunca ha necesitado hablar y tampoco escuchar para demostrar que la limitación sólo está en la mente de los demás. En la de ella no.
Una semana después del reinado, en el que representó al colegio San Martín de Tours, de Sogamoso, Diana Carolina asegura tener sus sueños más vivos y despiertos que nunca.
Cero resentimientos por lo que muchos en el pueblo calificaron como una decisión injusta. Y aunque no descarta la posibilidad de volver a participar en un certamen como esos, no es como las reinas comunes y corrientes. No sueña con la paz del mundo, y no admira a Sor Teresa de Calcuta.
Tal vez por su realidad, que ya no es tan cruda, tiene aspiraciones más reales. Por eso, en la entrevista con el jurado, dijo que si resultaba elegida como reina haría lo que estuviera a su alcance para ayudar a las personas que, como ella, padecen algún tipo de discapacidad. Sobre todo, lucharía por su colegio, el antiguo INSOR, que atiende con toda suerte de limitaciones técnicas y económicas a personas como ella.

1 comentario:

  1. es una verdadera mujer Dios a creado a seres mas hermosos, no importa su incapacidad solo el corazon que los impulsa hacer cosas grandes....felicidades

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