Cuando nació, los médicos le dieron pocas esperanzas de vida. Tenía atrofiados sus músculos y durante sus primeros nueve años de vida sufrió todo tipo de virosis. Comenta Deisy , su madre, que la discapacidad de Diana se debe a un virus que sufrió durante su embarazo (citomegalovosis), que afecta a una entre un millón de mujeres.
Pero pudo más el amor de sus padres que la misma enfermedad. Y hoy, Diana es la más vigorosa y sana de las jovencitas. Además, es una de las más aplicadas estudiantes de su colegio, el que representó en el reinado y donde cursa el grado noveno.
Afirma ser una ¨dura¨ para las matemáticas y el internet. Y aunque maneja el lenguaje de señas, conoce y pronuncia algunas palabras que conoció cuando aprendió a leer los labios: amor, gracias, adiós.
En la entrevista que concedió a Boyacá 7 días, estuvo acompañada de su madre y de César Vanegas, un compañero del colegio que padece de una sordera leve y que además de intérpete, le sirve de edecán. El edecán de una reina que, en medio del silencio, no necesitará de palabras para conquistar el mundo.
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